18 junio 2006

Fumadores y no fumadores

Javier Marías no es alguien que vaya con el lirio en la mano, y buena fe de ello son los plenos que sus aceradas apreciaciones consiguen una y otra vez en tirios y troyanos. Y estoy seguro, por lo del lirio, que él mismo no confiaría su integridad física a una supuesta capacidad innata de convivencia de los humanos y que no aceptaría sin más una total desregulación del uso de las bicicletas en aceras y viales; además, me atrevo a afirmar, seguro que ahora ve en esa regulación una doble vertiente protectora: la del viandante y la del ciclista.

Y si es así, y opino que así es, ¿por qué se niega en redondo a una regulación en materia tabaquística? Sería fácil, y simple -sino erróneo-, afirmar que tras su reacción se puede ver la larga mano de la 'droga nicotínica', que estaría empañando su habitual objetividad y sagacidad, haciéndole decir lo que químicamente necesita, y no lo que es.

También sería sencillo argumentar en mi contra: que mezclo churras con merinas, y que no debo utilizar la táctica de la amalgama, pues poco puede tener que ver conducir bicicletas con fumar tabaco. Argumento que es aplicable, me parece, a mezclar en un mismo artículo la -también para mí- totalitaria y dictatorial creación de 'agencias públicas para el control político' de periodistas y opinadores de cualquier nivel o pelaje, como si de un recio, arcaico y agrio comisariado de buenas costumbres y peores recuerdos se tratara, con una regulación del derecho de fumadores y no fumadores.

Huyamos, pues, de respuestas facilonas y de amalgamas demagógicas. Esta ley no puede ser cuestionada como si de una negociación de suma cero se tratara: lo que tu ganas, yo lo pierdo. Y no lo es, pues si bien los no fumadores, tanto los de siempre como los ex, vamos a salir ganando netamente -sí, sin duda-, nadie osará a sostener, más allá de chistes fáciles y pobres recursos retóricos, que los fumadores van a salir perdiendo. Ítem más, y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, si conduciendo se prohíbe superar un cierto nivel de alcohol en la sangre, por el incremento real e inherente de riesgo de accidente ¿qué podemos decir del incremento de riesgo en la conducción derivado de llevar una brasa ardiendo y de tener que depositar la ceniza en un lugar que siempre y necesariamente queda fuera de la visión de la carretera?

08/01/06

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