08 enero 2005

¿Es Internet una alternativa para el África Subsahariana?

Recuerdo que alguien me preguntó si Internet sería una buena alternativa para los paupérrimos países del África sub-sahariana, a lo que le contesté, con la intuición como único argumento, que no lo compartía, que la infraestructura y superestructura necesaria para usar Internet como fuente de información y de formación eran tan complejas que convertían a esa herramienta en un imposible de facto.

Infraestructura y superestructura, medios y conocimientos. Por lo que hace a lo primero, adjunto un estracto del artículo aparecido hoy, 7 de enero de 2005, en El País, en el que de forma tangencial se trata del problema de los medios ("Se podrían haber salvado vidas" de JEREMY RIFKIN) , y aunque plantea los graves problemas para acceder a recursos electrónicos, aún veo demasiado optimista al autor cuando visualiza el camino para alcanzar la sociedad de conectados:

"De lo que deberíamos estar hablando, entonces, es de cómo movilizar los recursos del mundo para ayudar a efectuar la transición desde hace tanto tiempo necesaria hacia las formas de energía renovables y a una economía basada en el hidrógeno. A la larga, efectuar el cambio a un régimen de energía de hidrógeno es la única forma de reducir el abismo entre los conectados y los desconectados. A medida que el precio de las pilas de combustible de hidrógeno y los dispositivos que las acompañan vaya bajando gracias a las nuevas innovaciones y a la economía de escala, estos productos estarán más ampliamente disponibles, como sucedió con los transistores, los ordenadores y los teléfonos móviles. El objetivo debería ser el de proporcionar pilas de combustible estacionarias para todos los barrios y aldeas del mundo en vías de desarrollo. Las aldeas pueden instalar tecnologías de energías renovables -fotovoltaica, eólica, biomasa, etcétera- para producir su propia electricidad, y después usar dicha electricidad para separar el hidrógeno del agua y almacenarlo para su posterior uso en baterías. En las áreas rurales, donde no se han instalado aún líneas comerciales de energía eléctrica porque es demasiado caro, las pilas de combustible pueden por sí solas proporcionar energía de manera rápida y barata. Una vez alquiladas o compradas e instaladas suficientes baterías, se pueden conectar las minirredes de energía de los barrios urbanos o de las aldeas rurales en redes de energía cada vez mayores. Estas minirredes se pueden construir de manera orgánica y ampliarlas a medida que se generalice el uso de la generación distribuida."

Vale, vale, pero falta detallar el cómo alcanzar el nivel de conocimiento suficiente como para que "Las aldeas pueden instalar tecnologías de energías renovables" y, más aún, para que "y después usar dicha electricidad para separar el hidrógeno del agua y almacenarlo para su posterior uso en baterías". O es que volvemos al gran padre blanco y su poderosa magia...

Demasiado fácil fiar todo a la tecnología. Veo brillante el análisis de la realidad y de las alternativas y necesidades tecnológicas y de coste de esas alternativas, pero veo pobre el diseño del camino. Cada vez que desde nuestra óptica de civilización occidental super acelerada hemos procurado que los otros den en una generación un salto equivalente a lo que a nosotros nos costó un paso a paso de varios cientos de años, lo único que acabamos logrando es forzarles a ejecutar un salto mortal sin red y en el vacío, con un aterrizaje que es, cuando menos, letal para buena parte de los implicados

Por lo que hace a lo segundo, superestructura y conocimientos, lo dicho: aprendizaje desde su entorno, libros, escuelas, anar fent -en catalán: "ir haciendo, paso a paso"-, micro créditos (abajo los proyectos FAD, que sólo sirven para financiar empresas occidentales), potenciar la autonomía desde sus conocimientos, anar fent, autonomía con la seguridad de que tienen que cagarla y aprender de los errores que necesarriamente padecerán -la experiencia, deberíamos saberlo ya como adultos que somos con hijos, no es transmisible, sólo los conocimientos- y mas anar fent.

Sí, ya sé, tampoco se puede fiar todo a la buena voluntad... pero es que yo no me fío de la buena voluntad, lo que afirmo es que no hay otro camino que el de avanzar desde su propio conocimiento, desde su propia civilización, desde su propia superestructura (¡qué poco dialéctico! ¿no?, pero eso ya forma parte de otro discurso).