21 abril 2008

la PAC y los narcos

El catedrático Francesc Granell exponía ayer en El País, 21 de abril, la enormidad del dinero malgastado por el Primer Mundo en una guerra, la de Irak. En la misma línea, deseo exponer la enormidad del dinero invertido por el Primer Mundo en el narcotráfico, y no sólo en Afganistán.
Intentar enlazar la PAC (política agrícola común de la UE) con los narcos puede parecer una boutade o, cuanto menos, puede verse como un doble salto mortal sin red... pero les pido un poco de paciencia.

Alrededor del 40% del presupuesto de la Unión Europea va destinado a la PAC, es decir: a la subvención pura, dura y directa de la agricultura europea (EE.UU. actúa de forma similar para con sus agricultores, no lo olvidemos ni lo obviemos: son, también, una parte importante del problema que deseo exponer). Esta PAC, estas subvenciones, permiten al Primer Mundo colocar (usualmente vendiendo, en ocasiones dando: una caridad que ataca al tejido agrícola) en el resto del mundo productos agrícolas por debajo del coste... pero no ya por debajo de nuestro coste, sino por debajo de su coste ¿Ven ya adónde quiero ir a parar?

¿Cómo vamos a pedir a los agricultores del Tercer Mundo que cambien sus plantaciones dedicadas a las drogas por la de otros productos si les estamos inundando con nuestros productos subvencionados, con nuestro dumping en forma de PAC? ¿Cómo van a madurar un tejido agrícola si les sale más barato comprar que producir? ¿De dónde van a obtener el dinero para comprar, si no les dejamos producir? Y esta última pregunta nos remite a la primera en un infernal círculo vicioso que se alimenta sin cesar.

Y no menor causa son los aranceles y los agrocombustibles. Con ellos, llueve sobre mojado. Los aranceles, que actúan como verdaderos impuestos a la producción, detraen un dinero que debería ser abonado al agricultor pobre, convirtiéndolo en un dinero del que podemos rastrear su participación —aunque no sea una tasa finalista— en la PAC. Los agrocombustibles desestructuran el poco tejido agrícola existente, obligando a las comunidades sobre las que recae este equívoco maná a depender aún más de los productos ajenos, a alejarse aún más de la posibilidad del autoabastecimiento.

No existirá posibilidad de erradicación de la narcoagricultura en tanto la PAC (y su equivalente norteamericano) favorezca el dumping, en tanto los aranceles graven la producción de los agricultores pobres y en tanto los agrocombustibles debiliten aún más los frágiles tejidos agrícolas del Tercer Mundo.Como pueden ver, nuestros impuestos acaban financiando el narcotráfico, aunque sea a través de unos involuntarios, por ocultos, vasos comunicantes. Ya no están ocultos. Ya no son involuntarios.

(21/04/08)