06 marzo 2011

Visto y leído: Nit de Reis (Noche de Reyes) Shakespeare

http://www.teatrebcn.com/2010/04/13/nit_reis.html

http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Love/in/Shakespeare/elpepiespcat/20100410elpcat_20/Tes

http://www.lavanguardia.es/cultura/noticias/20100409/53902216583/nit-de-reis-pone-sobre-el-escenario-el-lirismo-y-la-violencia-del-amor-shakespeare-reyes-mestres-tnc.html

Opción 1: ir a las webs anteriores y mirar y leer lo que pone.

Opción 2 ...

No estamos ante un revisitación y ni mucho menos ante una tragedia, así que, ¡a disfrutar!

¿Ven los críticos la obra de forma esquizofrénica o bizca, con un ojo en el disfrute y otro en el análisis? Es posible disfrutar viendo y, al mismo tiempo, mirar qué y cómo se representa? Dicho en román paladino ¿se puede decir misa y tocar las campanas?

Yo, no. Así que entre la visión y la crítica tengo que pasar por una maduración que me aleje de la representación para mejor saborear como espectador y mejor interpretar como crítico, lo que hace que no pueda escribir (pero sí hablar) inmediatamente después de haber presenciado una obra.

Dos ideas sólo: una, como siempre, las mujeres del Shakespeare cómic son más inteligentes que los hombres (las del Lope y del Calderón cómico, también, como muestra, dos preciosos botones: "¿De cuándo acá nos vino?" Y " Manos blancas no ofenden"); dos, pocas veces una puesta en escena tan sobria (pero no barata) como la de "Nit de reis (Noche de reyes)" (poco más que arena y sillas de todo a 100) se impone tanto que llega a imprimir, como si fuera un actor más, no sólo contexto, sino contenido y significación a la obra.

Idea Uno. Bien. Pero lo contrario también. En la tragedias, no es que los hombres sean más inteligentes, es que son más burros y más sucios, de modo que como si un negativo fuera, las mujeres vuelven a salir mejor paradas: su pasividad suele ser un cierto freno a la hiperactividad de todo héroe trágico, y cuando son activas (Antígona sería el más preclaro de los ejemplos), lo son motivadas por la compasión... obviamente, fuera de las que se hominizan (que no humanizan) para disputar el honor de "a ver quién la tiene más larga", como Juana de Arco, que a espada larga no le ganaba nadie.

Pues eso, que las mujeres de "Nit de reis" saben lo que quieren, y las actrices, las tres (Olivia / Anna Ycobalzeta, Maria / Mercè Comes y Viola / Silvia Bel, por orden de menor a mayor calidad interpretativa), también. Curiosamente tanto los papeles como los actores que le dan la contra (Sebastián / Albert Ausellé y Orsino / Pep Planas) están por debajo: el del papel, es lo que hay (usease, lo que Shakespeare quiso ...), el de una actuación, especialmente la de Albert Ausellé, menos entregada, ya es pura responsabilidad de ellos ... claro que, no sólo son elegidos por la damas (sin tener opción a decir ni pío), sino que, si estuviéramos ante una tragedia, tienen todos los papeles para ser los héroes burros y brutos (igual interiormente lo creen, esto de que son los héroes, y por eso no acaban de encajar, ni el papel, ni el actor ...)

Ítem más: inconcebiblemente perfectos son tanto los personajes bufos como los actores que dan físico al carácter: como es imposible nombrarlos a todos al mismo tiempo, los llamaremos secuencialmente sin que el orden marque otra preferencias que la sola casualidad alfabética del personaje, recordamos a Festa, bufón de Olivia / Pep Anton Muñoz (últimamente, " La casa dels cors trencats (La casa de los corazones rotos)"), Malvolio, mayordomo de Olivia / Lluís Soler (últimamente " L'inspector (El inspector)") y el Señor Tobías Rot, tío de Olivia / Quimet Pla (al que no recuerdo haber visto pero que habrá que seguir la pista!). Todos ellos están sublimes, incluso están perfectamente a la altura de María / Mercè Comes y Viola / Silvia Bel ¡qué más se puede pedir en una comedia donde las mujeres mandan! Y siguiéndolos muy de cerca, aunque más payaso, que ya le va y le cuadra, el tierno Señor Andreu Galtalleu / Carlos Martínez (gran y entrañable y inescrupuloso payaso -también- en " L'inspector", de grato recuerdo en " El ventall de Lady Windermere (El abanico de Lady Windermere)", más dramático en " Tres versions de la vida (Tres versiones de la vida)" y más desapercibido en "Primera Plana").

¡Aún falta la playa!

Decíamos al inicio que "Pocas veces una puesta en escena tan sobria (pero no barata) como la de" Noche de reyes "(poco más que arena y sillas de todo a 100) se impone tanto que llega a imprimir, como si fuera un actor más, no sólo contexto, sino contenido y significación a la obra "

Los hermanos gemelos han sido arrojados a las arenas de una inhóspita playa por una tormenta feroz. La playa, pues, ya otorga una significación de desamparo y pérdida que, por su constancia en el escenario (la presencia de la arena), marca a fuego los caracteres que jugarán (in & on the beach) sus cartas. La falta de referencias espaciales que la amorfia de la arena conlleva, multiplicada por esta genial idea (reconozco que al principio me pareció sólo una ocurrencia) de forrar con espejos el fondo del escenario, expande este desamparo y pérdida al resto de caracteres de la obra, y eso se nota en la actuación de los personajes / actores: en más de un momento se les ve un poco perdidos casi buscando su ubicación en el escenario ¿un error? Más bien un efecto colateral encontrado, pero no buscado (estoy seguro, o creo), que otorga a la puesta en escena un algo diferente y eficaz: los personajes, perdidos en el argumento entre amores que confunden las dianas, están asimismo perdidos en un espacio sin referencias en que apoyarse. El final, de una eficacia impresionante: el desenlace dura menos que un caramelo en la puerta de un colegio, congrega a todos los personajes en una piña como si entre ellos se ampararan mostrando, aún más, el desamparo que les rodea. Lo dicho, un acierto que es arte en estado puro: intuición que da en un blanco insospechado.

Cabe recordar que en el siglo XVII los escenarios en Inglaterra (en los primeros teatros estables) eran estrechos y largos, y los espacios de los palacios eran poco más que cámaras, por lo que no es descabellado pensar que los dramaturgos pensaran sus obras de alguna forma condicionadas por una realidad física, en el espacio escénico posible, lo que aún da más profundidad a la idea de la arena y los espejos.

Hay puertas, pero no es un vodevil.

Es teatro cómico de texto, pero no hay réplicas (por cierto, tres personajes se muestran suficientemente inteligentes como para entrar en el juego de réplicas de doble o triple sentido, frases de lectura cortesana, irónica o amorosa, casi siempre sensual... ¿Quiénes son? Seguramente lo habréis adivinado: los personajes inteligentes: Olivia, Viola -¡especialmente entre ellas!- y el bufón ¡elemental, querido Shakespeare, elemental!).

Hay amor sin despecho, pero parece una cacería donde quien se cree macho alfa cae de cuatro patas en la trampa.

Hay risas, que parecen blancas, pero, como La Codorniz, es un humor audaz para un espectador inteligente.

Hay teatro.

Orsino, duque de Iliria.......................Pep Planas

Sebastià, hermano gemelo de Viola....................... Albert Ausellé

Antoni, amigo de Sebastià....................... Isaac Alcayde

Un capitán de barco....................... Manel Sans

Senyor Tobies Rot, tío de Olívia.......................Quimet Pla

Senyor Andreu Galtalleu, amigo del Senyor Tobies.......................Carles Martínez

Malvòlio, mayordomo de Olívia....................... Lluís Soler

Fabià, caballero al servicio de Olívia....................... Xavier Boada

Feste, bufón de Olívia....................... Pep Anton Muñoz

Olívia, condesa....................... Anna Ycobalzeta

Viola, joven dama naufragada

i posteriormente disfrazada de Cesàrio.......................Sílvia Bel

Maria, criada de Olívia....................... Mercè Comes

Cúrio / Sacerdote / Oficial II.......................Joan Valentí

Oficial I....................... Manel Sans

Criado.......................Jordi Vidal