04 diciembre 2008

Tapadas, y no por la religión

Las vietnamitas se tapan, pero no por la contaminación: se tapan porque a los hombres les gustan con la piel clara...
























































11 noviembre 2008

Paraiso ¿perdido?

Ojalá. Pero no. El próximo 15-N se reunirán el G-20+1, y será, según las voces más enfáticas, para refundar el capitalismo. Otras voces más críticas y pragmáticas se han levantado para atemperar los ánimos y aconsejar a los ciudadanos una prudente distancia de cualquier esperanza irreal. En todas esas palabras –si cabe, incluso más en las críticas– he echado en falta algo. Los líderes del G-20+1 han sido fríos (cuando no mudos) sobre un concepto que, al menos, nos suena a todos los mortales y que hubiéramos agradecido mucho (a la vez que habría marcado un hito de confianza) su inclusión en los discursos saca-pecho de nuestros líderes: los paraísos fiscales. Quiero decir: su exclusión del nuevo paradigma financiero que dicen querer levantar. Si ustedes, usuarios de www.elpais.com, buscan "paraísos fiscales" en el último año, sólo encontrarán una voz de renombre (Vidal-Beneyto, Bomberos pirómanos, 11-10-08) que aboga directamente por su clausura. Muy lejos –en cuanto a exigencia– encontrarán a París y Berlín que sólo piden "estrecharles un poco más el cerco". Y aún más grave es que nadie, pero nadie: ni líderes ni críticos (otra vez con la generosa excepción de Vidal-Beneyto, ibídem), haya hablado de la tasa Tobin (por James Tobin, Nobel de Economía 1981): un humilde 0,5% sobre las transacciones financieras internacionales.

A las numerosas y bien argumentadas firmas que desde una izquierda socialdemócrata han criticado el discurso de refundación, les critico, a su vez, que no hayan enarbolado con firmeza estas dos banderas: la tasa Tobin y la ilegalización de los paraísos fiscales ¿Estarían ahora dispuestos a plantearlo? A los líderes, y sobre todo al nuestro, les pido que no corran sólo a hacerse la foto, que valoren esos dos objetivos, pues aunque parezcan humildes comparados con la prosopopeya de un discurso sobre la refundación del capitalismo, ya sabrán por lo mucho que otros callan lo importantes que son ¿Se avendrán a la humildad del trabajo artesano bien facturado? Ojalá. Ojalá.

11/11/2008

27 abril 2008

O como los ciudadanos meten en vereda a los políticos demagógicos.

Señores regantes del Ebro: muchas gracias. Muchas gracias, pero incluso más que por el agua, que ya seria suficiente razón, por desenmascarar a políticos demagógicos -de todo pelaje- que querian campar a sus anchas con execrables mentiras: y gracias a ustedes, queridos conciudadanos, ya no podrán. Muchas gracias por el agua y por la lección política.

(26/04/08)

21 abril 2008

la PAC y los narcos

El catedrático Francesc Granell exponía ayer en El País, 21 de abril, la enormidad del dinero malgastado por el Primer Mundo en una guerra, la de Irak. En la misma línea, deseo exponer la enormidad del dinero invertido por el Primer Mundo en el narcotráfico, y no sólo en Afganistán.
Intentar enlazar la PAC (política agrícola común de la UE) con los narcos puede parecer una boutade o, cuanto menos, puede verse como un doble salto mortal sin red... pero les pido un poco de paciencia.

Alrededor del 40% del presupuesto de la Unión Europea va destinado a la PAC, es decir: a la subvención pura, dura y directa de la agricultura europea (EE.UU. actúa de forma similar para con sus agricultores, no lo olvidemos ni lo obviemos: son, también, una parte importante del problema que deseo exponer). Esta PAC, estas subvenciones, permiten al Primer Mundo colocar (usualmente vendiendo, en ocasiones dando: una caridad que ataca al tejido agrícola) en el resto del mundo productos agrícolas por debajo del coste... pero no ya por debajo de nuestro coste, sino por debajo de su coste ¿Ven ya adónde quiero ir a parar?

¿Cómo vamos a pedir a los agricultores del Tercer Mundo que cambien sus plantaciones dedicadas a las drogas por la de otros productos si les estamos inundando con nuestros productos subvencionados, con nuestro dumping en forma de PAC? ¿Cómo van a madurar un tejido agrícola si les sale más barato comprar que producir? ¿De dónde van a obtener el dinero para comprar, si no les dejamos producir? Y esta última pregunta nos remite a la primera en un infernal círculo vicioso que se alimenta sin cesar.

Y no menor causa son los aranceles y los agrocombustibles. Con ellos, llueve sobre mojado. Los aranceles, que actúan como verdaderos impuestos a la producción, detraen un dinero que debería ser abonado al agricultor pobre, convirtiéndolo en un dinero del que podemos rastrear su participación —aunque no sea una tasa finalista— en la PAC. Los agrocombustibles desestructuran el poco tejido agrícola existente, obligando a las comunidades sobre las que recae este equívoco maná a depender aún más de los productos ajenos, a alejarse aún más de la posibilidad del autoabastecimiento.

No existirá posibilidad de erradicación de la narcoagricultura en tanto la PAC (y su equivalente norteamericano) favorezca el dumping, en tanto los aranceles graven la producción de los agricultores pobres y en tanto los agrocombustibles debiliten aún más los frágiles tejidos agrícolas del Tercer Mundo.Como pueden ver, nuestros impuestos acaban financiando el narcotráfico, aunque sea a través de unos involuntarios, por ocultos, vasos comunicantes. Ya no están ocultos. Ya no son involuntarios.

(21/04/08)

16 marzo 2008

La abstención vasca

El magistrado emérito Martín Pallín nos somete a consideración una cuestión poco tenida en cuenta, a mi parecer, en el análisis de la abstención vasca: el deber de no exigencia de heroicidad a los no nacionalistas que viven en el País Vasco, su derecho a no manifestarse por temor a ser asesinados. A no significarse, bajo pena de quedar marcados.

La (mal) llamada izquierda abertzale quiere que toda la abstención sea abonada a su cuenta. Pues no, señores, no. Aunque los estudios empíricos de la abstención la enmarquen en el seguidismo del entorno etarra, parte importante de esta abstención puede ser cargada a la (mal) llamada izquierda abertzale. O tiene que ser cargada: hasta aquí tenemos que exigir el derecho a no significarse: el derecho de los no nacionalistas a no explicar el por qué de su abstención.


No niego con esto que los que siguen a la (mal) llamada izquierda abertzale sean una parte significativa de la abstención, sino que el diferencial con la resta de España tiene que tener en cuenta también (y también significativamente) el miedo a ser marcado por un círculo cruzado. A ser marcado por los colaboradores de los asesinos etarras.


Saludos.


Postdata: la cita, tan bien traída por el Sr. Martín Pallín, no es de Bertolt Brecht, corresponde al poeta y pastor luterano alemán Martin Niemoller.

(15/03/08)

25 febrero 2008

La Cuba china

El chino, vuelve el chino.
Volvió el chino
(¿es que se fue?)
Con la vieja guardia
Con el rostro cansino.
Vuelve, impaciente,
Con su verde oliva y
Su estrella luciente.
Cincuenta años
No son nada,
Dice el bolero.
Y dentro de cien años,
Todos calvos,
Contesta el campesino.
¿Chino impaciente?
Mantendrá el poder,
Sí,
Pero perdió la autoridad.


Sennet y Cuba.

El capitalismo impaciente tiene, como una de sus peores claves, la separación consciente de poder y autoridad. Los capitalistas sennetianos ejercen un poder central omnímodo, pero no tienen ningún tipo de autoridad moral (hecho éste que los emopuja a un claro autoritarismo social).

De Cuba, de la que no diré que es socialismo real ¿pero quizás si comunismo impaciente?, también podríamos decir que quién retiene el poder (y decirlo así ya es un claro posicionamiento por parte mía) tiene el poder, pero no la autoridad, realidad ¿consciente o inconsciente? que también lleva al desarrollo de un claro autoritarismo político (¿totalitario?).

Está claro que las soluciones para una empresa capitalista impaciente y para un estado autoritario no tienen nada en común, pero...
Pero la salida china de derivar la economía desde el comunismo impaciente al capitalismo impaciente, sin solución de continuidad, no es sino eso: ejercer el poder sin autoridad, pero con nuevas herramientas: las económicas.

Volvemos a Cuba. ¿Alternativas? La utopía de que “todo el mundo en Cuba se bueno y revolucionario” y mañana ponemos en marcha una democracia, con partidos y todo esto, y pasado mañana atamos los perros con longanizas sólo ofrece una salida: la implantación de una mafia política y económica que con mucha suerte, y con mucho tiempo, desembocará en una democracia poliárquica formal. Con mucha suerte y con mucho, mucho tiempo, y mientras tanto toca padecer por un (siempre y por siempre) futuro mejor.

¿No hay alternativas? No, sino asumimos hasta qué punto la simbología se inherente y consubstancial al hombre. De hecho, la simbología se ontológica.

“¡Son los excedents, estúpido!”

Si bien no cae de pleno en esta discusión, si que hace falta adelantar como hipótesis que ninguna apropiación es real, excepto la que comporta la destrucción de lo apropiado.

Toda apropiación no destructiva, según esta hipótesis, es simbólica y basada en un convenio consensuado: un papel (¡y ya sabemos que el papel lo soporta todo!) dice que soy propietario de esto. Pero un tercero, mejor armado que yo, me lo puede robar sin más.

Ahora bien, si es simbólica, y lo sé, por qué me tengo que obcecar en luchar por la apropiación de los bienes de producción? Lo que me debería interesar es apropiarme del excedente consumible, y dejar que los que disfrutan de las apropiaciones simbólicas... continúen disfrutando ¡simbólicamente!

Y aquí si que hay un convergencia entre una posible alternativa al capitalismo sennetiano y como salir del comunismo impaciente.

La justicia social rawliana.

Una inteligente mezcla de gestión (iniciativa) privada, control (auditoría) público y voluntad política nos colocaría en el punto más alto (el de menos diferencia) en la famosa curva que da sentido a la justicia distributiva (RAWLS, J. (1986): Justicia como Equidad, pág. 58 a 90), que si bien no es “de cada uno según sus posibilidades, a cada uno según sus necesidades”, si permite conjugar eficiencia social con eficacia económica. Que la gestión (iniciativa) privada se convierta en apropiación capitalista (simbólica, según la hipótesis) o apropiación en cuanto que gestor (y en este caso, simbólica, pero no menos creíble y sugerente), tiene una importancia relativa (un ejemplo a trabajar: las mutuas de accidente de trabajo en España), puesto que lo que de verdad cuenta es la apropiació “destructiva” (y por esto, real) del excedente. Y aquí, en este último punto, es donde interviene la voluntad política.

Cuba y Touraine.

Touraine reclama voluntad política para doblegar al capitalismo impaciente. Y esta es la oportunidad que tiene Cuba. La alternativa pasa para ceder el poder y ganar la autoridad. Una vez ya sabemos que puede existir el poder sin autoridad, ya no tenemos derecho a llorar por los viejos buenos tiempos donde poder y autoridad iban de la mano (el capitalismo renano o social: la burocracia integradora). Cada vez que un horizonte cae bajo el martillo diapasón de Nietzsche, ya no hay posibilidad de volverlo a levantar.

Si el gobierno cubano se mantiene en el poder sin autoridad, no tendrá ningún futuro fuera de derivar hacia peores teatros. Construir unas herramientas de control (auditoría económica, que no social ni política) que le permitan ejercer la autoridad y devolver el poder (la gestión, la iniciativa privada) a la sociedad (y esto quiere decir tener voluntad política, y esta sí la pueden ejercer) es la única alternativa con una cierta (pero pequeña) oportunidad. Es, como dicen los filósofos, la condición de posibilidad de un futuro mejor... ni más ni menos que la condición de posibilidad. Por qué digo pequeña? Porque en la mar, donde con cada decisión te juegas la vida, hay un proverbio: si piensas que tendrías que hacer algo, ya has hecho tarde!

Igualmente, la única alternativa al capitalismo impaciente no radica en volver al capitalismo social o renano, puesto que este mundo ha desaparecido para no volver nunca más. La condición de posibilidad de un futuro menos duro está en ejercer una legítima (y legal) autoridad política mediante el control (auditoría) público, dejando el poder (iniciativa) a la sociedad. En palabras de Rafael Sánchez Ferlosio, hace falta un cierto margen de impunidad por no caer en un totalitarismo impune.

(21/02/08)

19 febrero 2008

El precio

(Las guerras balcánicas de Milosevic)

Más de un cuarto de millón de muertos (250.000 personas muertas: millones de familias hundidas de por vida en la tragedia). Más de un millón de refugiados, expulsados y deportados (1.000.000 de bosnios, croatas, kosovares, macedonios, montenegrinos y serbios: otros varios millones de familias hundidas de por vida en el horror). Más de quince años de guerras (15 años: 5 veces la duración de nuestra Guerra in-Civil).

Éste es –ha sido– el precio.

Ningún nacionalista puede obviar estos datos (para disponer de ellos se precisa menos de quince minutos en la red), así que aquellos de nuestros políticos nacionalistas que se lanzan a equívocas comparaciones –y que, bajo mi particular criterio, rozan más lo criminal que cualquier negacionismo del holocausto judio– o arteros aprovechamientos solo pueden pertenecer a dos categorías: o son ineptos, y por ello deberían dimitir de sus cargos, o son idioti –en su etimología griega: los que miran por sus propios intereses, en contraposición a los politei: los que miran por el interés de la sociedad– y por ello los deberíamos dimitir.

Bueno, también hay una tercera categoría, la de los nacionalistas españoles: los que medio callan a la espera de que su calculada –y vergonzante– ambigüedad les sirva para erosionar al PSOE.

(19/02/08)

29 enero 2008

Sayed Parwez Kambakhsh

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Sayed Parwez Kambakhsh
(Sayed Perwiz Kambakhsh)
Afganistán
(de la web de Reporteros Sin Fronteras)




Sayed Perwiz Kambakhsh (Sayed Parwez Kambakhsh) fue detenido el 27 de octubre de 2007, por “blasfemia y difusión de manifestaciones difamatorias en contra del Islam”, en la región de Balkh (Norte). Por las repetidas presiones del Consejo de los Mollahs, y de las autoridades locales, el joven periodista de 23 años fue condenado a la pena de muerte el 22 de enero de 2008, como resultado de un juicio a puerta cerrada y sin abogado, en la sala primera de un tribunal de Mazar-i-Charif.

Sayed Perwiz Kambakhsh (Sayed Parwez Kambakhsh) es estudiante de periodismo en la Universidad de Balkh y reportero del periódico Jahan-e-Naw (“El Nuevo Mundo”). Inculpado de haber “servido de vehículo a manifestaciones difamatorias”, había tomado de un sitio de Internet iraní algunos artículos que reproducían las suras del Corán relativas a las mujeres; un controvertido documento del que se ha demostrado que no es el autor . El presidente de la Asociación de Periodistas Independientes de Afganistán (AIJA), Rahimullah Samandar, asegura que el encarcelamiento y la condena del joven reportero están relacionados con “unos artículos críticos” escritos por su hermano, el también periodista Sayed Yaqub Ibrahimi, sobre las autoridades de la región de Balkh. El hermano ha denunciado que se trata de una sentencia “injusta”, y pide el apoyo de la comunidad internacional, para salvarle.

Aquí encontraréis la siguiente carta para ser firmada:

"Señor Embajador de Afganistán,

Me permito llamar su atención sobre el caso de Sayed Perwiz Kambakhsh, detenido el 27 de octubre de 2007 y condenado a muerte el 22 de enero de 2008. Por lo que sabemos, ese estudiante y periodista no ha hecho otra cosa que consultar y poseer un documento, procedente de Internet, en conformidad con la libertad de expresión gaantizada por la Constitución afgana.

Por otra parte, y violando los principios de esa misma Constitución, al joven reportero le han juzgado sin que se encontrara en condiciones de defenderse jurídicamente. Ante la urgencia de la situación le pido que intervenga con su gobierno, a fin de conseguir que se anule la condena a muerte, se dejen sin efecto todos los cargos que pesan sobre él y le pongan en libertad.

Le ruego, Señor Embajador, acepte la expresión de mi mayor consideración."


Desde aquí solicito a todo el mundo la firma y remisión del anterior escrito.


(29/01/08)

24 enero 2008

Donde no hay harina…

Señoras y señores ciudadanos todos: seguramente ya saben como acaba el refrán: “ …todo es mohína” (adjetivo sustantivizado, que en este dicho, en castellano clásico, significa tanto tristeza como disgusto).


Llámesele a los impuestos directos y progresivos harina y poco más habrá que añadir para entender los mohines de esta entera España. Pero aunque de aquí se pueda inferir que igualo a Solbes con Rato (bien cierto es que los dos quieren recortarle la harina al pan de la ciudadanía), nada más lejos de mí que igualar los patéticos intentos del PSOE (con su –nuestro– Presidente a la cabeza) de mal repartir la poca hacienda de que dispone la ciudadanía con la demagogia del PP (con un Rajoy bien secundado por propios y similares: Juan Cotino y Antonio Clemente –Valencia–, Paulino Rivero –Canarias–, Arenas –Andalucía–) ni con la ‘frivolidad’ de ERC o el victimismo de nadar entre dos aguas de CIU.


¿Dará IU-IC un paso más y asumirá un mayor nivel de crítica, desplazando ésta de la censura del superávit –censura necesaria, pero insuficiente– a la censura base de la falta de una real política de redistribución basada en impuestos progresistas?


Remedando a Clinton, podemos decir: ¡son los excedentes, estúpido! lo que debemos controlar.


(16/08/07)

Donde no hay harina…

Señoras y señores ciudadanos todos: seguramente ya saben como acaba el refrán: “ …todo es mohína” (adjetivo sustantivizado, que en este dicho, en castellano clásico, significa tanto tristeza como disgusto).

Llámesele a los impuestos directos y progresivos harina y poco más habrá que añadir para entender los mohines de esta entera España. Pero aunque de aquí se pueda inferir que igualo a Solbes con Rato (bien cierto es que los dos quieren recortarle la harina al pan de la ciudadanía), nada más lejos de mí que igualar los patéticos intentos del PSOE (con su –nuestro– Presidente a la cabeza) de mal repartir la poca hacienda de que dispone la ciudadanía con la demagogia del PP (con un Rajoy bien secundado por propios y similares: Juan Cotino y Antonio Clemente –Valencia–, Paulino Rivero –Canarias–, Arenas –Andalucía–) ni con la ‘frivolidad’ de ERC o el victimismo de nadar entre dos aguas de CIU.

¿Dará IU-IC un paso más y asumirá un mayor nivel de crítica, desplazando ésta de la censura del superávit –censura necesaria, pero insuficiente– a la censura base de la falta de una real política de redistribución basada en impuestos progresistas?

Remedando a Clinton, podemos decir: ¡son los excedentes, estúpido! lo que debemos controlar.

(16/08/07)

13 enero 2008

Seguridad y libertad (QUIS QUSTODIET IPSOS CUSTODES ?)

(A propósito de Hu Jia y Zeng Jinyan, cuya libertad, como la del resto de disidentes y presos de conciencia en China, debería ser condición sine qua non para la celebración de los JJ.OO. de Pekin’08)

Las elecciones generales españolas ya están a la vuelta de la esquina. Oiremos hablar de la dialéctica seguridad vs libertad, y de cómo deberemos renunciar a una (la libertad individual) para mejorar la otra (la seguridad civil) o de cómo deberemos renunciar a la otra (la seguridad económica) para mejorar en la una (la libertad de poder elegir). Antes de que los diferentes partidos avancen en este debate, y para evitar malentendidos, es necesario hacer aflorar la contradicción que, dentro de los conceptos de libertad y seguridad, se esconde en el momento de hablar de cambios institucionales. Hipótesis: el incremento de seguridad de los detentores del poder (económico, social, jurídico o político –o de todo a la vez, véase como ejemplo China) se convierte siempre en un decremento de la libertad de las personas incluidas en sus instituciones (económicas, sociales, jurídicas o políticas); el incremento de la libertad de los detentores del poder se hace a expensas del decremento de la seguridad de las personas incluidas en sus instituciones. Y si esta hipótesis acierta a explicar algo mejor la realidad, les pediré que la eleven al rango de tesis.

Esta relación inversa –que falazmente muchos la esconden bajo una relación libertad/seguridad abstracta, como si todo el mundo estuviera afectado por igual– es más obvia y más sustantiva en la medida en que más autoritario y totalitario sea un sistema (social, político-jurídico o económico), y marca categóricamente el grado de desigualdad existente dentro de un sistema: la existencia de una gran diferencia en libertad y seguridad entre las clases más débiles (o menos pudientes) y las poderosas, sintomático de los estados –o de ciertas zonas de ellos– institucionalmente débiles (y de ello, de su debilidad, nace la necesidad de imponerse mediante el uso de una violencia ilegítima), alimentará inevitablemente la corruptela, ya sea esta generalizada, ya esté circunscrita a algún espacio institucional concreto.

Y para ejemplo indígena, valga este botón: la corrupción del ladrillo. Que no nos engañen con la falaz dialéctica seguridad vs libertad, pues perderemos ambas: la libertad y la seguridad.

(13/01/08)

04 enero 2008

La espiritualidad y la filosofía

XXX, amigo y compañero de trabajo desde hace más de quince años, me ha pedido que escriba algo sobre la espiritualidad. Él, obviamente, no dijo algo, soy yo quien pone expresamente la palabra algo.

Si nos quedamos con los clásicos (de Platón a Kant), y sin ánimo de establecer verdades ad verecundiam, encontrare­mos más quebraderos de cabeza que ecuaciones resolutorias finales. Si hablamos con los contemporáneos (desde Hegel a Habermas), veremos que a medida que el pensamiento se hace coetáneo, aquello que es la espiritualidad todavía se hace más irreducible a su especificación. Ni los fenomenológi­cos (Merleau-Ponty), ni los existencialistas (Sartre), ni los estructuralistas (Levy-Strauss), como tampoco los post­moder­nos (Derrida), han podido con la temible cuarta pregunta de Kant: ¿qué es el hombre?

Temible y terrible. Kant supo contestar a qué puedo saber (la razón pura o científica), qué puedo hacer (la razón práctica o moral) y qué puedo esperar (la razón metafísica o teodicea); y dijo, a pesar de ello, que todo este saber se resumía (se debería resumir) en la cuarta pregunta -a la que él, o la filosofía, nunca podrían acabar de responder-, que no es sino qué es aquello que hace que el hombre sea (pueda llegar a ser) ser humano: su aquello es nuestro algo.

Si no somos máquinas ni tampoco somos seres con alma de alambre -cual títeres sometidos a la heteronomía dictada por los dioses o de la ciencia- ¿qué es aquello que nos diferencia de la más poderosa de las máquinas, del más sutil de los títeres? Aquello es algo.

Platón alcanzó a ver algo en el mundo de las ideas: el ser humano era el único que podía atrapar la esencia de las cosas, su ειδος, y verbalizar esta esencia dándole nombre. No es suficiente. Somos algo más.

Leibnitz alcanzó a ver algo en el mundo de las posibilidades: el ser humano era el único que podía hacer composible uno de los mundos posibles: Bruto podía asesinar a César... o no, era su decisión. No es suficiente. Somos algo más.

Sartre alcanzó a ver algo en el mundo de las contingencias: el ser humano era el único que estaba condenado a ser libre. No es suficiente. Somos algo más.

Cioran alcanzó a ver algo en el mundo de la conciencia: “No me perdono el haber nacido. Es como si, al insinuarme en este mundo, hubiese profanado un misterio [...] Pero a veces soy menos tajante: nacer me parece una calamidad que, de no haberla conocido, haría de mi alguien inconsolable”. No es suficiente. Somos algo más...

La letanía “Somos algo más” podría ser eterna. Pero es este algo más que cualquier cosa que deberíamos seguir diciendo la única y verosímil base de la espiritualidad.

Cuando Wittgenstein se enfrentó a la raíz de su filosofía -los límites del lenguaje-, enmudeció: “De lo que no podemos hablar, mejor es callarse”. Lo mismo nos pasa con la espiritualidad. La podemos aprehender de forma orgánica (sobre todo a través del arte -y dentro de éste, el pictórico-, como si de un adorniano ensayo -un tembloroso intento de mimarla- sin fin se tratara), pero nunca de forma analítica, clara y distinta: ni la podemos verbalizar, ni es posible su acontecimiento hasta que ya es, ni la libertad la enmarca, ni la razón le da conciencia de sí...

Para hablar de la espiritualidad deberemos abandonar el Novum Organum de Francis Bacon, aquel que basa el conocimiento en analizar i discernir (la cartesiana clara et distinctia perceptio), para volver al Organon de Aristóteles, aquél que basa el conocimiento en la búsqueda de la analogía i la similitud.

La espiritualidad es algo que sé que tengo (sobre lo que sé a qué atenerme, tomando prestadas las palabras de Rafael Sánchez Ferlosio), pero que no sé -y ni puedo y ni quiero saber- qué es.

(03/01/08)