Curioso apelativo éste: meteoro que igual vivifica que mortifica, pues...
Lluvia de invierno, que suaviza su sequedad y llama a las melancolías.
Lluvia de verano, que refresca el poniente mediterráneo y destroza el grano castellano.
Lluvia de primavera, igual que se encharca y se pudre, da color y olor a las flores.
Lluvia de otoño, tan querida por los pantanos como temida por las rieras.
Y tú ¿qué Lluvia eres?
Sé –sábete– lluvia bienvenida.
25/10/06