12 junio 2006

Ignatieff y la fe

A Ignatieff se le nubla el juicio y le consume la desesperación por la sonrisa con que un docto islámico acoge su falta de respuesta ante el ataque que el religioso hace a la intuición como base legitimadora de los Derechos Humanos. Y no debiera. Es cierto que la intuición es la base de los Derechos Humanos, y también es cierto que la base de la religión musulmana -de hecho, de toda religión- es la fe ¿Y que hay detrás de la intuición y de la fe? Tan solo la creencia de obrar correcta y legítimamente sin ninguna otra argumentación: estamos pues ante el mismo procedimiento. Si somos laicos, le llamamos intuición; si somos religiosos, le llamamos fe. Pero ¿son iguales, la intuición y la fe? No, claro. Los que abogamos por la intuición sabemos de su falibilidad, y por ello estamos dispuestos a aceptar y hacer nuestras las críticas argumentadas, y eso, que aparentemente parece debilidad, de ahí la sonrisa de suficiencia y de perdonavidas que el docto islámico le dirigió a Ignatieff, significa confianza en nuestra propia capacidad de pensar y de “encontrar respuesta propia, trabajo duro donde los haya” (Ignacio sotelo, “Pensar por simismo”, El País, 03/09/05), mientras que la fe religiosa, en esencia infalible, tan sólo en apariencia es sólida, de ahí la congoja de Ignatieff ante la apabullante presencia de la fe del musulmán, pues lo que esconde es un miedo, nada más que un tremendo miedo ante la responsabilidad de pensar.

03/09/05

Por quien daría mi vida...

Aviso a navegantes: por aquel, o por lo, que morirías, matarías.

(Dedicado con ¿cariño? a patriotas y similares)

22/09/05

nec spes nec metu

Vaig néixer a Chella (Canal de Navarrés, València) l'any 1955. Encara no havia fet els dos anyets que em van emigrar a Barcelona, al barri de Gràcia: al camp d’en Grassot. Ni del Barça ni del València (de fet: ni del futbol), tinc l'excusa perfecte quan no vull entrar en dialèctiques gairebé sempre endebades: a Madrid, on he anat sovint per temes de feina, soc valencià; a València, català i passant; i a Barcelona: ciutadà de Catalunya (Espanya, Europa) i res més.


Després de donar voltes pels barris de Barcelona, he tornat al meu estimat camp d’en Grassot, a Gràcia Nova. Més que cosmopolita, caospolita (terme que està per ser inventat, i del que no em reservo cap dret); trec punta als meus ullals amb una barreja d'en Rawls, Sloterdijk, Montaigne, A. Espada, J. Mosterín i Maragall (Pasqui, és clar: que posats a epatar...). Lector compulsiu de l’A. Pérez Reverte, però no acrític: tot, però no tot; de l’E. Mendoza: tot, però sí tot; del John Kennedy Toole: clar que amb aquest... Com que estaré cagat de por i no me’n sortiré, i per no patir més maldecaps en aquell darrer moment, ja tinc dita la meva (que no és meva, és de Alberto de Chirico) darrera frase: Taci e riposa: qui si spegne il canto...

Rafael Granero Chulbi, a Barcelona, el 12 de Juny de 2006.

Nací en Chella (Canal de Navarrés, Valencia), en el año 1955. Con menos de dos años, fui emigrado a Barcelona, al barrio de Gracia: al ‘Camp d’en Grassot’. Ni del Barça, ni del Valencia (odio el fútbol: he ahí el quid), tengo la perfecta excusa si quiero evitar vanas discusiones: en Madrid, donde solía ir por razones laborales, soy valenciano; en Valencia: catalán y a otra cosa; y en Barcelona: ciudadano de Catalunya (España, Europa) y nada más.

Después de dar tumbos por los barios de Barcelona, he vuelto a mi entrañable ‘Camp d’en Grassot’, a Gràcia Nova. Más que cosmopolita, caospolita (término que aún debe ser inventado, y del que no me reservo ningún copy right); limo mis uñas con una mezcla de Rawls, Sloterdijk, Montaigne, A. Espada, J. Mosterín y Maragall (Pasqui, obvio: que puestos a epatar…) Lector compulsivo de A. Pérez Reverte, pero no acrítico: todo, pero no todo; de E. Mendoza: todo, pero sí todo; de John Kennedy Toole: claro que en este caso… Dado que llegado el momento me cagaré calzas abajo, y para no tener otros dolores de cabeza en aquel último momento, digo ya mi (aunque no es mía, es de Alberto de Chirico) última frase: Taci e riposa: qui si spegne il canto...

Rafael Granero Chulbi, en Barcelona, a 12 de Junio de 2006.