31 octubre 2006

La cancioncilla vasca (a vueltas con el proceso de paz...)

Todo lo que dice el Sr. Atxaga en su artículo de EL PAIS, 08/04/2006, La canción, es cierto.

También es cierto que es aplicable con algún matiz, aunque de pequeño calibre, a Catalunya, y en menor medida, a Baleares, a Valencia o a Galicia; aunque no sé, ni acierto a entender, por qué ejemplifica su exposición -lo siento, pero no veo que alcance a ser ensayo- con Extremadura y Cantabria y no con las arriba indicadas.

Pero -conjunción adversativa donde la haya: advierte de que un adversario amenaza en el horizonte- si sé que algo no encaja en su tesis.

También en Catalunya, cuya situación conozco de primera mano, apareció en 1968 la canción que llegó a ser denominada como el segundo himno nacional: "L'estaca", de Lluís Llach, cuya letra enardecida nos llamaba a pasar a la acción; eso, sin contar con la letra del propio himno oficial de Catalunya: 'esmolem ben be les eines, ¡bon cop de fals! ¡bon cop de fals!' defensors de la terra ¡bon cop de fals! ' ('afilemos bien las herramientas ¡buen golpe de hoz! ¡buen golpe de hoz! ...').

El disco de Llach vendió, sólo en 1969, más de 100.000 copias, y durante años y años fue cantada con la fuerza interna de lo que representaba: el grito de unos ciudadanos contra una realidad dictatorial, autoritaria y violenta, y como el Sr. Atxaga debería poder ver, no cabe decir que en Catalunya enraizara un terrorismo criminal como el de ETA (¿Terra Lliure?, por suerte para nosotros, la política –ERC–lo mató, y no al revés, como acabará pasando entre ETA y la –mal llamada izquierda– izquierda abertzale).

Como digo, algo no cuadra: ¿no olvida el Sr. Atxaga algo como la ideología –para mí: protofascista y radicalmente xenófoba, cuando no vulgarmente racista– de Sabino Arana? ¿Tan importante se cree el Sr. Atxaga, en su conciencia de escritor, que sostiene que una canción puede llevarnos al terrorismo? Le pido al estimado Sr. Atxaga algo más de humildad corporativa: no son ellos, los escritores, y menos los de cancioncillas, la palanca que mueve al mundo; las palabras sí lo son, pero éstas las utilizamos todos.

Esto es lo que sí sé: Sabino Arana, sus discípulos y correligionarios de entonces, de más tarde y de ahora , utilizaron –utilizan– las palabras sembrándolas como vientos violentos y enardecidos... y recogieron lo que tenían que recoger: tempestades.

Me atrevo a sugerir una atenta lectura del artículo de José F. de la Sota, EL PAIS, 07/04/2006, "Reconstruir la casa", después nos – y le– costará poco aceptar que la raíz de nuestro particular Mitch no es, no puede ser sólo, una cancioncilla.

(Artículo de EL PAIS, de Bernardo Atxaga: La canción)

30/10/06

25 octubre 2006

Para Lluvia

Curioso apelativo éste: meteoro que igual vivifica que mortifica, pues...

Lluvia de invierno, que suaviza su sequedad y llama a las melancolías.

Lluvia de verano, que refresca el poniente mediterráneo y destroza el grano castellano.

Lluvia de primavera, igual que se encharca y se pudre, da color y olor a las flores.

Lluvia de otoño, tan querida por los pantanos como temida por las rieras.

Y tú ¿qué Lluvia eres?

Sé –sábete– lluvia bienvenida.

25/10/06

19 octubre 2006

vilaweb en català

Nosaltres.com - El cercador de Vilaweb

Carta a una amiga

TOI GOBIAOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!

Por cierto ¿Cómo estás? ¿Fuiste a las Extremaduras? ¿Cómo te fue? ¿Qué tal las vacaciones? ¿Votarás a IC? ¿XXXXXXXX aún fuma? ¿Cuál es tu cuenta corriente? Como dijo Marx (Groucho) "conteste primero a lo último" ¿Habéis visto "Vete de mí"? ¿"Alatriste"? ¿"Salvador"? ¿"Un matrimoni de Boston?" (¿Y qué c... debe significar eso de un "matrimonio de Boston? –ji, ji, ji: yo sí lo sé) (como puedes ver, utilizo la vieja táctica de hacer preguntas para que no pienses lo que has de pensar: que no sé qué toca decir hoy...)

Va, venga, sino es en sirio, que sea en serio... volvamos a empezar:

¿Cómo estas? (esto es lo principal) ¿Fuiste a Extremadura? ¿Cómo te fue? Porque si pudiste ir y te fue bien, me gustaría decírselo –o que se lo dijeras tú: tanto da– a YYYYYYYY( 93-999.99.99, 999.999.999, yyyyyy_yyyyyy@mail.com).

Un beso muy grande para ti (el resto, sino se lo trabaja, que se j...)

¿ Un beso muy grande para ti (el resto, sino se lo trabaja, que se j...)?

¡Que te lo has creído, mi niña! ¡te lo has de currar!, así que...

Como dijo Terencio, el comediógrafo, esclavo africano liberto de cuando los romanos mandaban e imperaban, "soy humano, y nada de los humano me es ajeno"

Y eso es lo que pienso, lo que procuro no olvidar, lo que me esfuerzo por mantener como divisa mental, especialmente si me vienen ganas de juzgar: "Homo sum: nihil homini a me puto alienum".

Sentencia humanista "avant la lettre", pues aún tenían que pasar 1500 años antes de que el Humanismo, de manos de la incipiente ciencia física y mecánica del Renacimiento y precursor de la Ilustración, se enfrentara con la Escolástica Católica y Protestante y luchara por dislocar el mundo conocido, descentrando a Dios y sus teosofías y poniendo en su lugar al Hombre y sus filosofías.

¿Se nos ha quedado corta la frase? A raíz de la incipiente ciencia genética y neurológica ¿necesitamos una nueva dislocación del mundo que actualmente conocemos? Con lo que ya sabemos ¿Nos es dado afirmar "soy animal, y nada de lo animal me es ajeno"? ¿Nos es dado no sostener "soy animal, y nada de lo animal me es ajeno"? ¿Estamos preparados para este post-Humanismo? Hace 6 siglos iniciamos la descentración de Dios ¿Seremos capaces de auto dislocarnos y no caer, por ello, en reacciones auto-inmunes? ¿ Utilizo la vieja táctica de hacer preguntas para que no pienses lo que has de pensar? Como ves, siguiendo siendo y nada de lo posible me es del todo ajeno.

Ahora sí: muchos besos para todos... todos.

Rafa.

19/10/06

09 octubre 2006

Aforismo

Antes de nacer, nada podía asegurar que existirías; después de morir, nada podrá afirmar que no fuiste.

Y entre esa libertad, la de tu mera posibilidad composible, y esa rigidez, la de tu innegable realidad realizada, discurre la incomprensible, incomprimible narración de tu vida.

Narración que nunca podrás contar del todo, que siempre será otro quien, con suerte, la acabará de contar.

09/10/06

El azar como método.

(o de la imposibilidad de narrar el futuro)

De ser un lugar común ya ha pasado a ser aceptado como un hecho constatado: los economistas sólo saben explicar qué ha pasado y por qué no pasó lo que ellos dijeron que pasaría. Eso sí: lo argumentan siempre en pasado perfecto.


Ojo, no nos engañemos, al igual que a los economistas, el tener razón a posteriori también les pasa a los políticos, los sociólogos, los historiadores (obvio es en este caso, aunque no necesariamente debería de serlo), los médicos... y se ven sometidos a esta ley tanto los profesionales como los de salón (incluidos los revolucionarios), los de barra de bar, los de sobremesa etílica (al grito de in vino veritas)...


¿Viva, pues, el relativismo? ¡No, por Júpiter! ¡No, y mil veces no!


¿Entonces?


No entraré a analizar hasta que punto el azar del ejemplo que ahora explicaré es óntico (o sea, pertenece al sujeto y por ello es inextricable e irreducible y nunca podremos alcanzar a conocer el por qué: sencillamente es ) o epistémico (o sea, no pertenece al sujeto, podemos analizarlo (desde) fuera del sujeto y alcanzar a saber las condiciones iniciales y las fuerzas determinantes que logran que el sujeto, para ese concepto, alcance a ser lo que es).


Por un azar (óntico o epistémico) nosotros tenemos el gusto de vivir en un planeta (la Tierra) que gira a una determinada velocidad y distancia de una estrella (el Sol). Pero el Sol es dañino: dadas unas ciertas circunstancias, nos mata.


No hay tanta diferencia entre la acción del Sol y la acción de la realidad (social, económica, política, etc), exceptuando que ante el Sol somos sujetos pasivos y ante la sociedad, sin minimizar nuestro rol como sujeto pasivo -no podemos estar en todo y en todos los sitios-, podemos sujetos activos en mayor o menor grado ¿Qué hacer, pues? A nadie se le ocurre negar el Sol, o destruir el Sol o irse a un planeta sin Sol. Y aunque los tiempos en términos solares y en términos humanos son radicalmente no comparables, ello no nos debería impedir aplicar un cierto método que, de alguna manera, lo podemos ver similar: el Sol ocurre y no sabemos el por qué: solo conjeturamos, pero nosotros nos protegemos de las inclemencias del Sol gracias a que, una vez ocurrido, ya sabemos de él: no relativizamos ni su poder ni nuestras necesidades; la sociedad ocurre sin que podamos saber, sin que podamos contestar a priori suficientemente el por qué, pero una vez ocurre, una vez la sociedad es real, una vez deja de ser una conjetura, entonces sí podemos protegernos de sus inclemencias, sí podemos (debemos) no ser relativistas y actuar en función de lo que ya sabemos. Y ya sabemos mucho.


(Seguiré utilizando la palabra "humanista" por su alta capacidad de consenso, aunque sin renunciar a la búsqueda de una alternativa: el Humanismo murió con al Ilustración, y fue enterrado con la Posmodernidad) ¿Cuál sería la labor del humanista en este método? Dotarse de la humildad suficiente para saber estar en este caos que la complejidad conlleva (somos más de 6.000 millones, nuestros movimiento empiezan a parecerse al de un fluido, sin más norte ni oriente que la producida por la pura interacción entre todos: la dinámica de fluidos es una de las disciplinas más agobiantes del mundo de la física no cuántica) implica nunca saber con la suficiente certeza lo que ocurrirá: ni con suficiente tiempo para reaccionar antes de que ocurra, ni con suficiente conocimiento para prever cuál de los posibles derroteros tomará, ni con los suficientes medios para domeñar el hoy en un futuro perfecto. Y desde esa humildad, intentar, no ya liderar la avalancha en que se ha convertido nuestra historia, sino tan sólo (y no es poco) frenar, condicionar, encarrilar para hacer retroceder al máximo ese futuro perfecto, cuya realización solo podría significar -solo es realizable en- la muerte.


Vaya, me he puesto metafísico y posmoderno. Ruego me perdonéis y disculpéis que me arrebate en una tema tan vital: nuestro futuro, el futuro de nuestros descendientes.

02/10/06