28 diciembre 2007

Bali y la contaminación

Contaminación del aire, del agua, del silencio, de la oscuridad y, cómo no, del lenguaje.

Aprovechando los recientes artículos sobre la cumbre de Bali, y después de indagar un buen rato por internet (los datos sobre PIB, consumo energético y población existen, pero están dispersos), permítanme unos pocos números (pocos, de verdad, y de fácil aritmética) que nos permitirán separar eficiencia de eficacia, y eliminar, así, una de las múltiples contaminaciones que sufre nuestro ajetreado lenguaje.

Si tomamos la UE(25) como base del ratio gasto energético / unidad de PIB y lo igualamos a 1, veremos que en EEUU para producir cada unidad de PIB se consumen 1,6 de energía; en la India 3,5 y en la China se superan las 5 unidades. Pero dado que EEUU tiene un PIB 7 veces superior al de la China, ésta, en cómputos absolutos, sólo contamina la mitad que EEUU. Tal vez EEUU sea más eficaz que la UE(25), pero no es, ni de lejos, tan eficiente. Esta realidad –junto con otras realidades sociales– no la deberían obviar quien quiere importar a toda costa los eficaces (pero nada eficientes) métodos económicos, políticos y sociales estadounidenses.

De todo esto podría ser advertido C. Boyden Gray, representante de la administración estadounidense en Bali, de quien sin embargo algo podemos aprender: al negar cada opción radical apunta, precisamente, las únicas soluciones reales. Con todo, tal y como apunta Ana Gabriela Rojas en su excelente reportaje, es urgente (y más barato) transferir tecnología limpia libre de patentes a los países emergentes (BRIC e Indonesia). Claro que, según Boyden Gray, eso es poco menos que atentar contra la reconsagrada libertad de empresa...

Lo dicho, cada negación de la administración estadounidense marca perfectamente la diana a perseguir.

(13/12/07)

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