En su libro Producción de mercancías por medio de mercancías, escrito en un lenguaje matemàtico asequible para cualquier bachiller (la mayor dificultad estriba en unas pocas ecuaciones lineales), el economista Piero Sraffa transmite en unas pocas páginas lo que -según entiendo- Claudi Pérez (Una de piratas, EL PAIS, 23/08/2010) afirma aún no haber encontrado en siglos de búsqueda en manuales de economía: aquel concepto que ‘soltado de refilón le alborota a uno la cabeza y alguna que otra víscera’.
Parafrasenado a Clinton, podríamos resumir a Piero Sraffa bajo el siguiente slogan “¡Son los excedentes, estúpido!”, y que me perdonen los biógrafos de Sraffa, pues sé de buen saber que éste nunca habría consentido salir de su pluma semejante exabrupto.
Expresémoslo de una manera digamos más académica, más acorde con el autor: r = (1-w)R, donde r representa la tasa del beneficio –o sea, las rentas- del capital, w la participación de los salarios en el excedente y R la tasa total de excedente del sistema productivo. Esta claro que si sube r, w baja ¿no? ¿Cabe decir más en menos, económicamente hablando? Quien quiera mirar, verá el fundamento de la lucha de clases, pero (he aquí el alborozante concepto soltado de refilón) no para apropiarse de los medios de producción, sino para apropiarse del excedente, que es lo que importa. Corolario: los impuestos progresivos sobre todo tipo de rentas son revolucionarios y de izquierdas.
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