Un meme (y me acojo a la definición de S. Pinker, "La tabla rasa") es una idea que obliga a estructurar el resto de ideas en base a ella. Hasta aquí el paralelismo de meme-prión es acertado. El prión fuerza que determinadas proteínas se estructuren en base a él (en el caso de los priones "malos", creo recordar que el problema es una articulación de alguna cadena de aminoácidos, que pasa de dextrógira a levógira, o viceversa).
Un meme "malo" (Dios, para los no teos, aquí mis reverencias a M. Onfray y su "Tratado de ateología") forzará a que nuestra estructura pensada se acomode a él con el consiguiente (según los no teos) descalabro estructural, pero un meme "bueno" (el átomo de Demócrito ¡vivan los epicúreos!) también provoca que la estructura pensada se arme siguiendo su criterio: y ahí está la ciencia.
Bajo mi opinión, un meme cultural es algo más parecido a un virus: es conceptualmente pequeño, pero matón; aparece necesariamente como inicio del proceso vital de un sistema (biológico o cultural), y sin él no se pueden entender los inicios; aunque se demuestre su maldad, no hay forma de erradicarlo totalmente -y cuando se consigue, como con el virus de la viruela, siempre hay un libro (tubo de ensayo) que lo mantiene in vitro-; etc.
Un prión cultural debe tener la apariencia de un concepto cultural, pero estructurado con, digamos, cierta mala baba. Tolerancia. Ésta palabra es, bajo mi punto de vista, un prión de los peores. Se nos ha colado en nuestra cultura y esta convirtiendo a toda la debida, obligada, necesaria y positiva Transigencia (la misma idea, pero levógira) en algo parecido, pero a todas luces peor: en la Tolerancia (disimuladamente dextrógira). La Transigencia nos permite ver al resto del mundo de tú a tú. La Tolerancia siempre conlleva un saberse mejor, compatible con el relativismo -merecidamente denostado- de ver a todo el resto igual: por debajo. Con la Transigencia (la proteína levógira) podemos criticar, porque somos objetivos; podemos negociar, porque somos asertivos; podemos acordar, porque nos vemos entre iguales. Con la Tolerancia (la proteína dextrógira) no podemos criticar: porque no está bien, ni es políticamente correcto, que los que más saben... los que más tienen... los mejores... humillen al resto; no podemos negociar, como mucho aceptamos la carga del otro y de sus otredades; no podemos acordar, pues bastante hacemos que les toleramos sus cosas.
Otros priones:
Solidaridad (la proteína dextrógira) contra Responsabilidad (la proteína levógira).
Eficacia (la proteína dextrógira) contra Eficiencia (la proteína levógira)
¿Se os ocurren más?
25/08/06
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