La vida -mi vida, por lo menos- es un juego donde siempre, y como en todo juego de azar -que es el símbolo árabe de la cara de la mal suerte-, siempre pagamos más de lo que nos llevamos.
Por eso me tomo en serio los juegos: porque son como la vida.
Por eso me tomo a broma la vida: porque es como un juego.
10/06/06
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